lunes, 27 de noviembre de 2023

COLLIOURE.


Colliure.  
A los pies de los Pirineos, una localidad que encandila por su colorido y su luz frente al Mediterráneo, rodeados de arte y cultura.

El color que caracteriza Colliure no solo está en el cielo y en el mar, sino también en sus coloridas casas y galerías de arte que se reparten en sus calles donde muchos artistas encontraron aquí su inspiración.









En un paseo por Colliure nos encontramos cuadros colgados de las fachadas con reproducciones de grandes obras del fauvismo. Es una iniciativa del ayuntamiento, han colocado reproducciones de pinturas del fauvismo en el lugar donde se inspiraron ya que la luz, los colores y el mar de Colliure atrajeron a muchos artistas a principios de siglo XX como Matisse o Derain. 

Encontraremos una buena expresión del fauvismo en el museo de Arte Moderno que alberga acuarelas, gouache, pintura acrílica, pintura al oleo de los grandes artistas de la época.

Frente a la playa tenéis una imagen única del mar y el Castillo Real  con unas vistas increíbles. Este castillo de Colliure fue la residencia de verano de los Reyes de Mallorca, construido sobre el antiguo castro romano en el siglo XIII. En la actualidad acoge exposiciones y espectáculos. 
En un paseo por los laterales del castillo vemos sobre las montañas dos edificaciones destacadas.



El Fuerte de San Telmo construido por Carlos V en el siglo XVI alrededor de la torre de guardia existente. Hoy es un museo del Renacimiento con una gran colección de armas y lugar de espectáculos.


El otro elemento que sobresale por el horizonte entre las montañas es un molino, considerado el más viejo del Rosellón, fue restaurante en 2001 y transformado en molino de aceite.







Colliure fue el lugar de exilio de Antonio Machado. Se refugió en la casa Quintana y fue enterrado en el viejo cementerio de Colliure en febrero de 1939. Su tumba está en un lugar destacado a la entrada del cementerio y se ha convertido en un lugar de peregrinaje siempre lleno de flores, banderas y dibujos. En su tumba se pueden leer las palabras del propio Machado: “Y cuando llegue el día del último viaje y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar”.