De Andorra, una persona residente me dijo la primera vez que me invito a su casa, "hay dos Andorras, la que todo el mundo visita desde Santa Coloma, Sant Julia, Andorra la vella y Les Escaldes, donde se concentra todo el gran comercio, y la Andorra de la natura de los grandes valles y montañas, donde se disfruta del auténtico país de los pirineos".
Primero desde nuestra ubicación en un céntrico hotel pudimos visitar la parte más comercial y alguna cosa de la parte cultural.
Ahora sí, vamos a conocer a fondo el Puente Tibetano que se inauguró hace poco en Andorra, concretamente en la parroquia de Canillo. Es espectacular por sus características, por su obra de ingeniería, y por el espectáculo del entorno natural. Es el segundo más largo del mundo, con una impresionante altura a 1.875 metros de altitud y con 603 metros de longitud (el doble si vamos y volvemos 1.206 mts.). Queda por detrás en longitud del Sky Bridge de 721 metros de la República Checa.
Más datos. El puente tibetano de Canillo está a 1.875 metros de altitud por la parte de Armiana, y a 1.884 metros por el lado que queda junto al collado de Cauba. Tiene una anchura de un metro y de 1,7 metros en las barandillas, algo que da aún más la sensación de estar literalmente volando en los Pirineos. Alcanza una altura máxima respecto al suelo de 158 metros. Tiene una capacidad máxima de 600 personas al mismo tiempo, así que no os estreséis si veis a unas cuantas paseando al mismo tiempo que vosotros. Asimismo, cuenta con cuatro cables porteadores con un diámetro de 72 milímetros y dos cables laterales en el viento de 44 milímetros de diámetro.
El primer día que abrió el puente tibetano de Canillo en Andorra contó con 800 visitantes y el ayuntamiento estima que hasta noviembre habrán pasado unos 75.000.
El puente tibetano de Canillo ha costado 4,6 millones de euros y ahora las autoridades andorranas buscan un retorno. De hecho, la pasarela se ha impulsado, entre otras cosas, para impulsar el turismo activo en Andorra fuera de la temporada invernal.
